¿Pueden las aerolíneas exigir vacunas a sus empleados? 5 datos que debes saber
La semana pasada, Scott Kirby, el Presidente Ejecutivo de United Airlines, llamó la atención cuando dijo en una entrevista que le gustaría establecer una política de vacunación obligatoria contra el COVID para los empleados de la aerolínea. A continuación, 5 datos que debes tener en cuenta:
United no tiene previsto exigir vacunas contra el COVID-19 en este momento y es posible que no suceda en lo absoluto.
Kirby dijo que United no puede en realidad exigir las vacunas a menos que otras aerolíneas y compañías hagan lo mismo y requieran que sus empleados las tomen también.
Tras la declaración de Kirby, fuentes de varias aerolíneas, incluso American, Alaska y Delta, dijeron que no tienen planes de exigir vacunas a sus empleados. Un portavoz de Southwest Airlines dijo que la aerolínea se aseguraría de que todos los empleados se vacunen, pero no mencionó mandatos. La aerolínea se comprometió recientemente a proporcionar vacunas gratuitas a todos sus empleados y exigir que sus planes de salud cubran todos los costos administrativos asociados.
En este momento, la idea de exigir una vacunación masiva no parece tener mucho apoyo en la industria de la aviación, especialmente cuando existen otras opciones, como incentivos y garantías para que las inmunizaciones estén disponibles gratuitamente (como lo está haciendo Southwest). Algunas cadenas de tiendas están ofreciendo incentivos tales como tiempo libre pagado, créditos a los planes de salud e incluso pagos en efectivo y tarjetas de regalo para alentar a sus empleados a vacunarse. Estas políticas tambien presentan desafíos involucrando preocupaciones acerca de la privacidad y discriminación. Pero, dado que los Centros Para el Control de Enfermedades (CDC) no esperan que grandes cantidades de dosis de vacunas estén disponibles por varios meses, los mandatos a las vacunas no son relevantes a corto plazo.
Las empresas pueden legalmente exigir vacunas y las aerolíneas lo han hecho durante años.
En diciembre, la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC) dictaminó que exigirle a empleados que tomen una vacuna COVID no viola la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA). Expertos legales coinciden en general que los empleadores pueden exigir vacunas para quienes deseen realizar determinados trabajos para reducir los riesgos para sus clientes y sus trabajadores.
Muchas empresas ya exigen vacunas y otros exámenes médicos relacionados al trabajo. Como ejemplos, al personal médico, profesores y estudiantes, trabajadores de la industria para adultos y a miembros del servicio militar se les requieren vacunas para protección contra las enfermedades. Las aerolíneas han requerido vacunas para los pilotos y asistentes de vuelo durante años.
Específicamente en cuanto a las vacunas COVID, la opción de requerir inmunizaciones puede ya no estar bajo el poder de las aerolíneas, especialmente aquellas que vuelan a destinos internacionales. Muchos países están redactando nuevos requisitos para viajeros entrando o saliendo de sus fronteras, incluyendo vacunas. Mientras esto sucede, cualquier persona que viaje a esas áreas deberá vacunarse contra el COVID, tanto pasajeros como tripulaciones de vuelo.
El Distrito 141 de la IAM considera que un mandato para las vacunas COVID-19 es una controversia innecesaria y presentará agravios contra intentos de disciplinar a los empleados que opten por esperar. En lugar de castigos, las empresas deberán utilizar incentivos primero.
Se requiere paciencia y comprensión en este momento. La imposición de una política de vacunación mandatoria podría desencadenar oposición a los programas de inmunización que son vitales para la supervivencia de las aerolíneas y nuestros trabajos. Algunos trabajadores solo participarán de mala gana y las empresas podrán perder la confianza de sus empleados. También debemos reconocer que la desconfianza en las vacunas es históricamente alta entre algunos grupos étnicos y raciales minoritarios, pero estos grupos son también son los que han sido más afectados por el coronavirus. Sin embargo, los trabajadores con temor a las vacunas COVID probablemente perderán algo de su miedo una vez vean que sus compañeros de trabajo se vacunan con seguridad. Tiene sentido dejar ir primero a quienes no tienen miedo y están dispuestos a combatir la pandemia directamente. Más adelante en el proceso, los empleados más tímidos pueden reevaluar su disposición a participar. En otras palabras, existe la posibilidad que los mandatos sean contraproducentes y demoren el proceso de inmunización.
Las empresas pueden facilitar programas que ayuden a los trabajadores a vacunarse rápidamente. Administrar las vacunas en el lugar de trabajo, ofrecer incentivos como tiempo pagado para vacunarse y cubrir todos los costos asociados son opciones mucho mejores que los edictos autoritarios.
Los empleados con discapacidades específicas y creencias religiosas sinceras pueden tener derechos legales adicionales que los empleadores deben respetar. La EEOC puede ofrecer más orientación y asistencia legal.
Ambas vacunas disponibles actualmente contra el SARS-CoV-2 son seguras y efectivas para prevenir la transmisión del COVID-19.
Antes de poder estar disponible para el uso público, cada vacuna pasa por pruebas y supervisión exhaustivas. Deben pasar pruebas clínicas rigurosas, cumplir con estrictas pautas federales, y someterse a controles continuos para detectar efectos secundarios, alergias y cualquier otro problema.
Todas las vacunas COVID-19 aprobadas por la FDA disponibles actualmente han demostrado ser seguras y efectivas contra el coronavirus. Sin embargo, los CDC recomiendan que cualquier persona que haya tenido una reacción anafiláctica (potencialmente mortal) a la primera dosis de la vacuna COVID-19 no debe recibir una segunda dosis. También advierte a cualquier persona alérgica a cualquier ingrediente de las vacunas COVID-19 que no se vacune. Cualquier empleado que caiga en esas categorías debe estar exento de cualquier mandato de vacunación. Estas alergias han surgido en una pequeña cantidad de receptores, pero no se han registrado muertes ni reacciones graves.
Ninguna de las vacunas COVID-19 ya aprobadas ha dado lugar a problemas de salud graves; ni en las pruebas clínicas ni entre el público en general. No se han reportado muertes ni efectos graves luego de millones de inyecciones que se han administrado hasta ahora. En contraste, el coronavirus ha cobrado las vidas de más de 433,000 personas en los EE. UU., y miles más siguen sufriendo efectos a largo plazo como resultado de contraer esta enfermedad mortal.
En los últimos años, han surgido sentimientos contra las vacunas que se han vuelto populares en algunos grupos, pero no existe una base real para el pánico hacia las vacunas.
Las vacunas contra COVID a gran escala ayudarán a lograr la “inmunidad de grupo” contra el virus que es necesaria para que las aerolíneas puedan transportar suficientes pasajeros y vuelvan a tener ganancias en los próximos años … y es la única forma en que la mayoría de los trabajadores de las aerolíneas permanecerán empleados con seguridad.
Más información sobre la seguridad de las vacunas está disponible en el sitio de la Universidad Johns Hopkins.
Sin una vacunación masiva contra el COVID-19, el trabajo en aerolíneas se volverá extremadamente precario. Cualquier persona trabajando en cualquier aerolínea podría encontrarse sin trabajo repentinamente.
Desde que se declaró la pandemia en marzo del 2020, el número de pasajeros que viajan en aviones comerciales se ha desplomado de más de 2 millones de pasajeros diarios a menos de 90.000. Casi un año después, el número de vuelos es menos de la mitad de lo que era en 2019. Las aerolíneas han recibido miles de millones de dólares en ayuda gubernamental suplementaria para poder sobrevivir mientras la pandemia se desata en todo el mundo. A pesar de toda esa ayuda, más de una docena de aerolíneas se han declarado en quiebra, lo que ha provocado la pérdida permanente de miles de puestos de trabajo. Incluso con los mandatos de mascarillas, las pruebas COVID y otras medidas, el tráfico de las aerolíneas todavía está lejos de los niveles que pueden respaldar el empleo total de los trabajadores en aviación. Desde cualquier punto de vista, esta es una situación insostenible.
Las vacunas COVID son un salvavidas para los trabajadores de las aerolíneas. Los estadounidenses se están vacunando a un ritmo de más de un millón de personas al día, y la administración del Presidente Biden ha fijado una meta de administrar más de 100 millones de inyecciones en los próximos 100 días. Incluso a ese ritmo, podría tardar más de un año vacunar a 350 millones de estadounidenses y poner fin a la pandemia de una vez por todas. Para las aerolíneas consumiendo pilas de dinero en efectivo a diario, cuanto más temprano se vacunen los estadounidenses a gran escala, más temprano se recuperarán las compañias. Pero para las empresas, la mejor y más rápida forma de lograr esta meta es mediante incentivos, no mandatos.
¿Qué piensas sobre este tema? ¿Apoyas o te opones a las vacunas obligatorias para los trabajadores de las aerolíneas? Comparte tu opinión en la encuesta a continuación.
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